Buenas
Esta tarde ha sido muy divertida puesto que he tenido el placer de trastear a fondo el Lotus Esprit HC de mi amigo pues se lo ha traido desde Madrid a mi garaje y lo hemos fregoteado bien.
Luego me he dado una vuelta con él y tela marinera, el dueño asustadillo.
A pesar de querer venderlo, en un acto de fe que le honra me ha dado plenos poderes para meter mano donde quisiera, momento en el que la novia del susodicho ha salido despavorida.
He puesto en su sitio la puerta izquierda que se había vencido casi tres centímetros, he arreglado el mecanismo de elevación del faro izquierdo, que daba cortos, se quedaba medio fuera y encima tenía holgura.
El problema del faro es que tenía uno de los tornillos sobre los que pivota con una holgura enorme, por lo que se había bajado y rozaba al moverse, llegando a cortocircuitar el motor, con lo que quemaba el fusible.
Ni corto ni perezoso desmonté el mecanismo, saqué el faro, revisé fusibles y relés y vino la fase potente cuando terminé recurriendo al taladro para destrozar el tornillo y su tuerca puesto que no había manera física de meter una llave por dentro de la carrocería para aflojarlo.
Mi amigo mantenía la respiración durante esos tensos momentos....
Anclé bien el faro con un nuevo tornillo, tuerca y arandelas, y ajusté el mecanismo de elevación del faro, al comprobar que el mecanismo estaba descompensado respecto a la posición del motor.
Quedó de fábula.
También aproveché a darle a unos cuantos roces con el limpiador de espuma de poliuretano, dar un poco de spray rojo (rojo de mi Opel Kadett) para disimular algún roce más serio, rellenar de anticongelante y revisar por qué no funciona la luz de posición delantera izquierda, pero quedó sin terminar ese punto.
Os dejo unas fotos del bicho, que merece la pena, y más aún las caras del personal que pasaba por allí....
Ah, y de las herramientas, que ríanse los de la Ferrari y sus precios...
Un abrazo a todos