Seguro que algunos me vais a crucificar pero... ¿de qué nos lamentamos?

Yo soy el primero que alguna vez me permito alguna "alegría" con el acelerador pero no se debe olvidar que, aunque a veces son muy injustas, las leyes están para cumplirlas. Y más que por la sanción, por el hecho de poner en peligro la integridad de los demás y la nuestra propia.

Estoy con aquellos que piensan que los límites de velocidad actuales se han quedado obsoletos, sobretodo en autovía y autopista. Creo que a nadie nos sorprende ver como circulamos a velocidades de crucero en torno a 160 km/h por este tipo de vías siempre y cuando el tráfico sea fluido. Pero otra cosa es circular a 80 km/h en una vía urbana, pienso que hay que ser más responsable con lo que se hace, sino luego vienen las lamentaciones en forma de sanción o, peor aun, en forma de desgracia personal.

Y que conste que, insisto, yo soy el primero que alguna vez he superado los límites de velocidad y también he sufrido sanciones por no cumplir las normas de circulación.