Buenas
Ya es mala suerte.
A mi me pasó algo remotamente parecido cuando el único día en toda la carrera de económicas (cuatro años) en que se me ocurre coger el coche de mi padre (el Kadett, claro), cuando iba con tres compañero a la facultad, me encuentro una c-15 parada sin luces en la carretera.
Falta decir que aquel día había una niebla que parecía Tierra Media o las montañas de Acorralado, pues hala, frenazo al canto, volantazo y faro izquierdo roto contra el hierro del paragolpes trasero.
Imagináos el exámen tipo test: La A... no la Bbbbb no, la Aaaaaaa (de los nervios).
Aquella tarde fui por primera vez a Aymair, desmonté el frontal del Kadett también por primera vez y ya véis donde he acabado.
Un saludo