Después de esto, Randy se tuvo que ir, y nos quedamos los de siempre: Pili y Mili (), momento en el cual decidimos que es hora de atacar la batería y sus bornes:



Con un par de narices, conectores alicates y huevos, cortamos los cables de alimentación del coche para que puedan recibirlos los nuevos bornes de batería, con un acabado y ajuste brutales (buena compra hicimos, Txan ).

Protegemos los cables con piel de serpiente en las zonas más peligrosas, y conectamos ya el portafusibles para obtener el voltaje instantáneo de la batería: