Bueno,

En esta historia hay que darle un pequeño rizo cinematográfico, pero que verdaderamente para los que consumimos cine, si nos dejamos embriagar por el momento épico y emocional, comprendermos perfectamente lo que significa.

Este momentazo lo compartí con Dani Tiparraco, y estabamos recordando las sensaciones perdidas de su Kadett y sobretodo esos matices característicos y añorables; el rasgar de la llave cuando entra en la cerradura, el clack de cuando sube el pestillo, y cómo te abrazan los asientos recaro en los riñones cuando te sientas sobre una espuma y muelles con más de 25 años a sus espaldas, el tacto del volante (sea de plástico o de cuero), o del pomo de la palanca de cambios (más larga que el mastil del palo mayor), el mismo rasgar al meter la llave en el clausor, y sobretodo el oir bramar su corazón (fuera 8v o 16v).

Esas sensaciones, pero con otras palabras en boca de Dani, evocaban añoranza y nostalgia; ilusión y melancolia ; y me vino a la mente un momento de la peli del Señor de los Anillos, cuando Ganfalf libera a Theoden, y le dice:

https://youtu.be/iQExgALv9wI?t=234

Pues....ese Theoden, con su espada en mano, somos nosotros con nuestros sueños e ilusiones, empuñando la llave de nuestros coches...estén donde estén en nuestro recuerdo.



Un abrazo.

Alex.