El Agila es un modelo con silueta de monovolumen, cinco puertas y cinco plazas. Es de menor tamaño que los otros dos monovolúmenes de Opel: el Zafira y el Meriva. Este modelo comparte muchos elementos con el Suzuki Splash y reemplaza al Agila anterior.

Está disponible con tres motores, dos de gasolina y un Diesel, y dos niveles de equipamiento llamados «Essentia» y «Enjoy». La versión más asequible cuesta 10.000 € (motor de gasolina con 65 CV) y la más costosa 13.400 € (Diesel de 75 CV).

Me parece un coche práctico para utilizarlo en el día a día por ciudad: es razonablemente amplio y tiene multitud de huecos repartidos por el interior para dejar objetos (relación de ellos). Maniobra en poco espacio (el diámetro de giro es 9,6 m) aunque la dirección no es muy directa (la dirección tiene 3,2 vueltas de tope a tope).



Es un coche con una buena altura interior, no muy ancho y con un espacio suficiente para las piernas de dos adultos de estatura normal sentados uno detrás del otro. Opel ha colocado el asiento del conductor en una posición más bien alta (con relación a un turismo) para aumentar la perspectiva del conductor.



El puesto de conducción es correcto pero hay dos aspectos mejorables: uno es que el volante no tiene ajuste en profundidad; el otro es que, a algunos conductores, la pierna derecha les quedará apoyada sobre el canto de la consola central, algo que resulta molesto con el paso de los kilómetros.

Dado que la anchura es escasa, las plazas traseras sólo son aptas para dos adultos o tres niños. El espacio para las piernas en estas plazas no es grande y tampoco podría ser mucho mayor aunque Opel hubiera utilizado un sistema de asientos traseros deslizables longitudinalmente (como los de un Renault Twingo o un Toyota Yaris) puesto que estos ya están colocados en una posición muy retrasada (Esta solución de un asiento trasero deslizable sí que podría haber servido para ampliar la capacidad del maletero cuando no se utilizan las plazas traseras).

El volumen máximo del maletero es 225 l; es menos capaz que el de un Toyota Yaris o un Nissan Micra, y más que el de un Peugeot 1007. De todos modos hay un doble fondo (35 l de capacidad) en el que caben objetos del tamaño de una mochila (las de transportar un ordenador portátil) o la bandeja del maletero. Con los asientos traseros abatidos, mide 1.050 l de volumen. El asiento trasero se puede abatir parcialmente porque está dividido en dos, con proporciones 1/3 - 2/3.

La instrumentación consta de un gran velocímetro tras el volante, con una pantalla y testigos, y un cuentarrevoluciones separado y en un plano más alto. La iluminación es de color rojo, un detalle que tendrán también los futuros modelos de la marca. Puede tener mandos en el volante.

En la versión menos equipada de serie («Essentia») hay cuatro airbags, argollas Isofix, dirección con asistencia variable según la velocidad del coche o asientos del conductor con ajuste de altura, entre otros elementos. En la versión «Enjoy», más equipada, hay algunos elementos más (relación de ellos).

Puede tener control de estabilidad pero faltan algunos elementos de equipamiento modernos (y más o menos útiles), como sistema de entrada y arranque sin llave, faros de xenón o el freno de estacionamiento automático.

En la gama de motores hay dos de gasolina de origen Suzuki, uno de tres cilindros 1,0 l de cilindrada y 65 CV de potencia máxima, el otro con cuatro cilindros, 1,2 l y 86 CV. También existe un Diesel de 1,2 l de cilindrada y 75 CV, que puede llevar filtro de partículas.

Nosotros hemos conducido la versión Diesel. Respecto a otros modelos que hemos probado con este mismo motor, el Agila es más silenciosos porque apenas llega ruido del mismo cuando el motor gira a régimen de ralentí. Una vez que se inicia la marcha el ruido del motor es evidente durante las aceleraciones aunque a velocidad constante no me ha parecido molesto.

La caja de cambios de serie es manual de cinco velocidades en cualquier caso. El de gasolina más potente, además, puede llevar opcionalmente una caja de cambios automática de cuatro. La palanca de cambios está cerca del volante lo que facilita su uso.

El motor gasolina más potente tiene una emisión de CO2 de 140 g/km. El Agila con los motores menos potenes (Diesel de 75 y gasolina de 65 CV) la emisión es 120 g/km, por lo que están exentas del impuesto de circulación.

Comprado con otros modelos de su tamaño y potencia, el Agila de gasolina con 86 CV es el mejor en consumo y de los mejores en aceleración (tabla comparativa).

Los dos motores de gasolina son de aluminio, tienen inyección indirecta y cuatro válvulas por cilindro con doble árbol de levas. El Diesel, que fabrica GM Powertrain, es un motor con bloque de hierro, cuatro válvulas por cilindro, y alimentación por conducto común, como el que llevan otros modelos de Opel.

El bastidor del Agila, como el del Suzuki Splash, está desarrollado a partir del que tiene el Suzuki Swift. La suspensión delantera es McPherson y en la trasera tiene ruedas tiradas unidas por eje torsional. Las llantas más pequeñas serán de 15 pulgadas.

El control de estabilidad no se puede desconectar, pero sí el control de tracción: eso facilita la circulación en condiciones de muy baja adherencia, por ejemplo, sobre carreteras nevadas cuando se llevan las cadenas puestas.

Mide 3,74 m de longitud, prácticamente lo mismo que un Peugeot 1007 (3,73 m). Este Agila es mucho más grande que el anterior (3,53 m). La anchura es 1,68 m y la altura, 1,59 m. Son unas proporciones normales entre monovolúmenes de este tamaño. El anterior Agila era más alto que ancho (1,62 de ancho y 1,69 de alto). El coeficiente aerodinámico es 0,32, un valor bajo.

Hasta ahora, los monovolúmenes pequeños no están teniendo éxito comercial. Las ventas del Mitsubishi Colt, el Peugeot 1007 o el Renault Modus son inferiores a lo previsto; Toyota no ha lanzado en Europa la versión Verso del actual Yaris.

De los modelos de este tipo, el que ha tenido más aceptación es el Opel Meriva, que se distingue de ellos por tener un tamaño mayor y una gama de motores más amplia.

Según Alain Visser, director ejecutivo de marketing para Europa de Opel, «Las mujeres jóvenes y juveniles son el primer público objetivo de Opel para el nuevo Agila».

El Opel Agila se produce en la fábrica que Suzuki tiene en Hungría, junto al Suzuki Splash.