Si hace unos meses, poníamos un post con una comparativa con el Golf, ahora al astra le toca enfrentarse con el primo hermano del Golf, es decir, el león.

http://www.clubgsispain.com/showthread.php?t=19272

Os dejo la noticia

Fuente:
http://www.puestaapunto.com/?modulo=...minados&id=139

DINÁMICOS Y DISCRETOS
Alemanes vitaminados
05-05-06


5 de Mayo de 2006– Las versiones más potentes de sus respectivas gamas, sin contar con las variantes FR y Cupra del Leon y OPC del Astra, son el objeto de esta prueba. El de mas reciente aparición comercial, el León, recibe una mecánica conocida en otros modelos del grupo alemán, pero en este León se presenta con una versión de potencia recortada y el Astra, veterano ya de este segmento se presenta con argumentos para hacerle frente. Veamos cual es el veredicto.
Escasos detalles
En primer lugar nuestros dos protagonistas esconden fielmente todo su potencial sobre dos carrocerías que prácticamente no presentan grandes diferencias respecto a sus hermanos de gama. Tan sólo dos distintivos con las siglas TFSI y Turbo son las diferencias estéticas. Aunque en las décadas de los 80 y 90 los fabricantes dieran mayor protagonismo estético a las versiones “Turbo” y “dieciséis válvulas”, creemos que algo más de exclusividad estética no hubiera venido nada mal teniendo en cuenta su potencial dinámico que las diferencia claramente del resto de sus hermanos de gama, y creemos sinceramente que estas versiones lo merecen.
Si hablamos de dimensiones el León se pone por delante pero por escasos milímetros – León (4315 mm largo / 1768 mm ancho/ 1458 mm alto), Astra (4249 mm largo / 1753 mm ancho / 1445 mm alto) cuenta con unas vías más anchas (1533 mm la vía delantera – 1517 mm la vía trasera) pero por el contrario tiene una batalla más corta – (León 2578 mm) , (Astra 2614 mm) -que la del compacto de Opel. En cuanto a las dimensiones de sus maleteros en este caso el Astra sale ganando con 380 litros mientras que el modelo de SEAT se tiene que conformar con 341 litros.
Sus interiores
Si hablamos de calidad de fabricación y de materiales, el Astra nos transmite claramente una mejor sensación. Simplemente, el abrir las puertas y ver y tocar el interior nos trasmite una gran percepción de calidad respecto al León. Si nos centramos en la calidad y los acabados de los interiores el modelo de Opel también sale ganado. Los materiales nos transmiten un mayor agrado en el tacto y en la calidad de acabado lo que redunda en la apariencia de solidez. Todas las piezas están mejor rematadas y ajustadas. En el León todos los materiales tienen un tacto y una vistosidad menos lograda que en algunos casos nos parece incluso tosca y no trasmite la misma sensación de robustez. Tenemos la sensación que ciertos plásticos duros, con el paso del tiempo, serán un foco de ruidos parásitos.
En ambos modelos los mandos están correctamente ordenados y su funcionamiento es correcto en lineas generales. En el Astra nos encontramos con un interior menos práctico y con pocos huecos para dejar los objetos que usamos a diario. Los asientos nos han parecido buenos, sujetan perfectamente el cuerpo aunque con el mullido excesivamente duro. La posición del volante es buena, su regulación en altura y profundidad permite colocarnos en la óptima posición y el grosor del mismo nos parece correcto. También es mejorable la situación de la palanca de cambio, queda demasiado baja para nuestro gusto, lo que condiciona su confort de utilización.
El León presenta un puesto de conducción muy ergonómico, con unos asientos excelentes que recogen el cuerpo a la perfección y que nos han gustado mas que en el Astra, en el que todo está muy a mano. Nos encontramos con un volante mejor, con regulación en altura y profundidad pero con un grosor mas adecuado para la conducción dinámica que pide el conjunto, una palanca de cambio muy bien situado.
Mecánicas similares
Mecánicamente el Astra, gracias a sus 15 cv extra pero teniendo en cuenta su mayor peso, presenta unas cifras similares (185 cv León y 200cv Astra) (1334 Kg León, 1385 Kg Astra).
El León monta un 2.0 TFSI 16v de 185 CV (136 kW) permite al SEAT León alcanzar una velocidad máxima de 221 km/h, acelerar de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos y de 0 a 1.000 metros en 28,4 segundos. El par motor de esta mecánica alcanza los 270 Nm, que se obtienen desde las 1.800 hasta las 5.000 rpm, lo que favorece las recuperaciones del vehículo. Así, destacan los 7,5 segundos empleados para pasar de 80 a 120 km/h circulando en quinta velocidad. Esta cifra es de 9,6 segundos en sexta marcha.
Por su parte el Astra dispone de un motor 2.0 Turbo 16 v de 200 cv. Permite alcanzar una velocidad máxima de 230 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos. Para recuperar de 80 a 120 km/h en quinta velocidad necesita 0,1 segundos más (7,9 sg). Esta excelente elasticidad se debe a las características de su curva de par: 250 Nm están disponibles en una amplia gama de revoluciones y a partir de solamente 1.950 rpm y el valor máximo de 262 Nm se alcanza a 4.200 rpm. Cada motor se comporta de una forma diferente, mientras el del SEAT es suave y progresivo el del Astra es puro nervio desde el primer momento.
Cambio de seis velocidades
Ambas motorizaciones están acopladas a dos cajas de cambios de seis velocidades. En el SEAT nos encontramos con una caja precisa con unos recorridos marcados y el típico guiado del grupo VAG que te absorbe las marchas cuando las insertas. Se puede manejar con rapidez y tiene un tacto más suave que la probada en otras variantes. En el Opel el cambio cuenta con un desarrollo más bien corto y un tacto agradable pero con unos recorridos demasiado largos, aunque al igual que el León se puede manejar con rapidez y suavidad.
En cuanto a los consumos, el modelo que se impone nuevamente es el León con unas cifras ligeramente más ajustadas. En ambos casos el consumo se puede disparar más de lo deseado si efectuamos una conducción “exprimiendo” la mecánica. En condiciones normales en recorrido urbano el León consume algo más de 11 litros mientras que el Astra supera los 12 litros. En carretera carretera podemos obtener consumos entre 7 y 8 litros conduciendo a velocidades legales.
Diferencias dinámicas
Dinámicamente hablando nuestros protagonistas se comportan de manera diferente. El León enganchará a muchos conductores, ya que transmite mucho aplomo y seguridad al volante en casi cualquier circunstancia. Su dirección tiene un tacto muy agradable, además de contar con un alto nivel de precisión. Tiene un marcado carácter subvirador que se puede contrarrestar y buscar la agilidad necesaria jugando con transferencia de masas para colocar la zaga sin temor a que se cruce ya que el control de estabilidad no lo permite, dentro del límite de la Física.
El Astra cuenta con un generoso grupo de elementos electrónicos que nos hacen las cosas mucho más fáciles al volante. Destaca el sistema de suspensión adaptativo IDSPlus -disponible opcionalmente-. Si pulsamos el botón Sport situado en el salpicadero activamos el modo deportivo, que incrementa la firmeza de la suspensión, endurece la dirección y recorta el recorrido del acelerador para obtener una respuesta más rápida (solamente si lleva instalado el IDSPlus).
Con la suspensión en modo normal transmite cierta sensación de flotación, aparte de sufrir balanceos y movimientos de suspensión más amplios. Con el modo Sport no vamos a encontrarnos de repente con una configuración extremadamente radical, pero si algo más dinámica.
Suspensión Sport
Con la suspensión en modo “sport” el Astra no alcanza las sensaciones de un coche con tacto “deportivo”. Los balanceos y los movimientos son menos notorios pero siguen ahí, y sobre todo tiende a hundir más en el tren trasero que en el delantero a la hora de realizar los giros. Con todos los controles activados, la situación está controlada eimpre que no exijamos mas de lo exigible, en esas circunstancias no existen ni los sustos ni los sobresaltos, todo va sobre raíles. Si mantenemos pulsado el botón Sport durante unos segundos, podremos desconectar el ESP Plus, lo que nos permite hacer deslizar la zaga.
En cualquier caso, el Astra es de reacciones más nerviosas y el motor da más sensación de nervio que el León. Su dirección es algo más pesada de manejar pero no por ello mala. Los pedales mantienen un tacto y disposición correcta en ambos casos. Los frenos en cumplen correctamente en los dos modelos. Su tacto es algo esponjosos si tenemos en cuenta las cualidades dinámicas.