Buenas
Después de montar las ruedas con las llantas Irmscher que todos conocéis ya, Oh Dios, triste de mi, que empiezo a oir por la cañe: ñiiiiq, ñuiiiq cada vez que pillaba un bache.
Con las condiciones lumínicas en que monté las ruedas ayer no me percaté de lo cerca que estaba el neumático del labio en las traseras, así que conduciendo con cuidado (en el maletero van las cuatro ruedas quitadas) me dirigí a mi garaje-madriguera.
Metieo el kadett más derechito de lo habitual, para poder operar a ambos lados, operación fuera ruedas traseras y a revisar aletas por dentro.
El famoso labio tenía todas las de perder, unido a que las aletas ya presentaban alguna rozadura mal disimulada por mí y por mi madre, me lié sin contemplaciones.
He usado varias técnicas, alternando entre ellas según he ido viendo:
- Martillazo tente-tieso con martir de madera para comenzar a doblar el labio.
- Gato modificado con dos pletinas para enganchar el labio y el buje y darle al manubrio.
- Torno mega-cachas con mártires de madera para terminar de aplanar la aleta.
Ha saltado pintura como era previsible en algún sitio, pero no ha quedado mal.
Mañana a probar si sigue dando por saco.
Jolines, o el ET no es 42 como me dijo el vendedor o el coche crece y mengua o no se que ha pasado porque no creía que con 7 milímetros de desplazamiento por rueda pasaría esto.
Aquí el gato, parece igual, pero tiene dos pletinas metálicas en la "boca" cogidas con tornillos para que no resbale al apoyar en el labio y darle a la manivela:
El gato, herramienta definitiva para prensar el labio y dejarlo casi paralelo al exterior de la chapa:
Un saludo