Buenas
Ya váis viendo a qué llamo yo retiro espiritual (bricolage, portátil, carpintería....), así que como se que os gustan mis trastadas, os dejo el chisme que más tiempo me ha absorbido estos días: una mesa de madera que estoy restaurando.
La cacho mesa pesa como un mulo ahogado y estaba en un estado realmente lamentable, con tropecientas capas de barniz, pintura y porquería, que muchas capas de agua con amoníaco, cepillo de raíz y lijadora han ido retirando.
La he dejado con un tratamiento anti-carcoma por si acaso y en breve bajo de nuevo a darle con al dremel a los rincones absurdos y barnizarla.
Saludos
Aquí con un aspecto bastante presentable después de un montón de horas (y discos de lija):
Una vez eliminada la roña y lijada (con varios granos, de mayor a menor) va quedando muy bonito el sobre.
Es una mesa peculiar, porque a pesar de ser de comedor, tiene tres cajones, que también hubo que adecentar (los rebordes quedaron para la Dremel):
Las patas son una pieza independiente del sobre, y hubo que reforzarlas con tornillos no visibles, además de lijar tela marinera también:
Si os fijáis, el sobre tiene algunas marcas, se debe al mal estado de conservación, además de que muchos sitios fueron rellenados con una masilla inadecuada, que he retirado casi en su totalidad (tarea absurda con punzón...):
Un planito ámplio de la parte del patio donde trasteaba:
Los sucesivos fregoteos con agua y amoniaco y frotando con cepillo de raices dejan este aspecto, que luego se seca:
Detalle de las patas, labradas y que inicialmente estaban casi negras:
El frontal de los tres cajones, después del lijado presenta este aceptable aspecto:
Las patas separadas del sobre:
El sobre con los cajones en su sitio, queda muy chulo:
Un abrazo y espero os gusten mis trastadas veraniegas.