Porqué has tenido que irte Yaya, ¿Porqué?

Se que cuando vuelva a tu casa, y llame a la puerta, tu no estarás arriba para abrírmela.

No podrás pedir más que alimente a las mascotillas que tienes en casa.

Ya no oleré en tu piel (desgastada por el paso del tiempo), esa colonia Nenuco, que te devolvía la juventud pese a tus 82 años.

Ya no podremos hacernos caricias en las manos mientras nos contamos de vez en cuando nuestras cosas.

Ya no podré oir tu voz, Yaya, nunca más, no me podrás llamar, ni me podrás contestar, porque te has ido.

Mi Yaya, pese a que se fué hace mucho, falleció la noche del Viernes al Sábado de una Aneurisma.

Lo que más siento, Yaya, es haberte dicho el Viernes (mañana Sábado volveré al hospital para verte) y que no haya podido ser así, y te fueras esa misma noche, sin avisarnos.

Hoy Domingo te hemos dicho Adiós, con mucha tristeza y mucho dolor. Te hemos dejado un montón de Rosas, que tanto te iluminaban cuando las acercabas a tu nariz para olerlas.

Tu nieto que te quiere.

Alex.