Solución:
Primero intentar quitarlo con una esponja. Hay que tener en cuenta que se ha pintado sobre una superficie sin lijar, vamos, que la pintura no se ha agarrado. Le podemos ayudar con las uñas (con cuidado).
Si no se quita, intentamos con pulimento.
Si no se quita, acetona en abundancia en un trapo, y otro seco. Pasar rápidamente la el trapo de acetona, frotar un poco y en seguida frotar con el seco y secar.
Si no se quita, lo mismo pero con disolvente.
Y finalmente, pulir, porque la acetona y el disolvente quitan brillo.