Lo de las ITV es vergonzoso, se podrían contar muchas anécdotas.

Como ejemplo, puedo deciros que conozco una en la provincia de Cáceres en dónde puedes pasar tranquilamente con el supresor de catalizador aunque tu coche suene como un Fórmula 1 y contamine como una chimenea de Bilbao. Vamos, todo un lujo.