Finalmente, escribo el capítulo final de este desafortunado periplo.

Decidí no quedarme más tiempo el coche, en previsión de ahorrarme futuros problemas derivados de impuestos que se escucha que se querían imponer en un futuro por aquí, y que pudieran aplicar incluso a coches dados de baja temporal. De momento no ha progresado nada, pero no me voy a esperar a que lo hagan.

Así pues, desmonté algun panel salvable del interior, y los asientos, para los que en un futuro, tengo pensado rehacer, modificando parte de la estructura, recreciendo las orejeras y tapizándolos acorde. Tan solo me interesa el armazón de los delanteros.







Finalmente, quedaron los delanteros pelados completamente y desmontados listos para su almacenaje. Los traseros quedaron conservados también, pero con muchos desperfectos asociados al plástico fundido que les cayó. Me los guardo para retapizar y usar en un futuro.

Algunas lindezas que he rescatado de este desastre. Fragmentos de luna fundida, aluminio fundido, etc etc...








Restos de destrucción, colector, caudalímetro, válvula de ralentí...


Algo de material salvable... aunque en muchos casos, solo es el 50% dado que sus homólogos delanteros están inservibles.


Una curiosidad: esto es un pistón usado de motor de RC. Me lo regaló el bueno de Emilio (BillyTK, para las nuevas generaciones) allá por 2008-2009. Lo guardo con cariño desde entonces y siempre me ha acompañado en mis vehículos a modo llavero. En este, no fué menos, y quedó atrapado entre el clausor fundido. Me llevó un buen rato pero lo pude recuperar y limpiar, así que seguirá acompañándome como siempre mientras sea posible, ya que proviene de una persona a la que le tengo gran aprecio. Tan solo será una batallita más que contar.


Saqué el motor, no con la esperanza de que algún día vuelva íntegramente a funcionar, que lo dudo bastante, pero sí por lo que he vivido con él y por ver qué ha provocado en él el fuego. Ver veremos, más adelante:




Después de "desescombrarlo", no se ve tan mal, por fuera claro...

Y ya con todo hecho, hice una estructura con ruedas sobre la que mover el chasis, y quedó listo para entierro, ya que ahí poco hay que salvar, por no decir nada. Me da mucha pena verlo así, por lo que decidí taparlo y darle una muerte digna.


Y así marchó. Una historia fugaz, que tomé con mucha ilusión, para "quitarme el mono", ya ves tú que tontuna, y que cayó como un jarro de agua fría a principios de enero cuando recibí la fatídica llamada. Aún hoy no tengo claro cómo se inició el fuego, sí tengo claro que fue entre batería (o ésta misma) y alternador, en ese tramo. En cualquier caso apunta a algún consumo que no he podido identificar, y que en cualquier caso, previamente nunca tuvo, ya que nunca descargó baterías en periodos largos de inactividad, y a nivel eléctrico siempre funcionó sin problemas.


Poco más que añadir, así marchó, me queda la espinita clavada de no haberlo disfrutado más, del absoluto desastre que ha dejado a su paso, del tiempo y recursos consumidos, y de la amarga sensación que deja un coche incendiado. Al que no le haya tocado vivirlo, no se lo recomiendo en absoluto. Para el recuerdo, me dejó algunas bonitas instantaneas al menos, con las que recordarlo...