No es una cuestión de potencia de frenado, los frenos traseros van limitados de serie, los tambores dan mucho de sí aun en cuanto a potencia, bastaría con reducir la limitación de sus líneas. La ventaja de un disco es que se calienta menos y pierde menos potencia de frenada debido a ese calor, sobre todo en uso intensivo, y que es menos sensible a problemas y desequilibrios entre lados, pero honestamente si no te han dado problemas, para un coche de uso normal no hay un motivo sólido para el cambio