El creador de disfraces

En su tarjeta profesional reza lo siguiente: “Departamento de Camuflaje de Vehículos”. Mr. “M” es el encargado de enmascarar los prototipos de Opel desde hace más de 20 años.
Pregunta. Mr. M, ¿podría decirnos su nombre real?
Respuesta. Preferiría no hacerlo. La protección de los prototipos está vinculada al comportamiento responsable de todo el staff. Y eso empieza por actuar en la sombra, en vez de esforzarse por aparecer siempre en primer plano.

P. Por lo tanto, en cierto modo se dedica usted al misterio.

R. No en privado. Pero en el trabajo, intento hacer absolutamente todo lo que está en mi mano para guardarme de los esfuerzos de otros por descubrir lo que estamos planeando.

P. ¿Lo más fácil sería testar los prototipos en pistas de pruebas absolutamente cerradas?

R. En mi opinión, sí. Lo que ocurre es que, desafortunadamente, en la realidad no es posible. En un cierto punto del proceso de desarrollo los coches deben salir a carretera, donde nuestros clientes los conducirán después. Y probar sólo de noche tampoco es factible, perderíamos más de las dos terceras partes del tiempo de desarrollo, dependiendo de la estación del año.

P. ¿El secretismo probablemente alcanza su punto más álgido durante las primeras fases del desarrollo…?

R. En general sí. Pero actualmente es mucho más fácil al principio, porque los nuevos componentes se suelen probar primero en el modelo predecesor, y estos coches no revelan demasiado. Los verdaderos tests comienzan cuando está listo el primer prototipo con la nueva carrocería.

P. ¿Cómo decide la forma en que serán camuflados estos coches?

R. En un primer momento, me siento con el diseñador del nuevo modelo y discutimos cuáles son sus señas de identidad, sus rasgos de estilo más característicos. Después, sugiero cómo podemos disimular de la mejor forma posible esos elementos.

P. Lo cual significa cubrirlo de tantos postizos como sean necesarios para hacerlo tan feo como sea posible…

R. Desafortunadamente no es tan fácil, porque aunque queramos hacer que los coches sean irreconocibles, los ingenieros tienen que poder seguir trabajando en ellos. Y estos coches camuflados deben ser certificados por la TÜV (Agencia de Inspección Técnica Alemana).

P. ¿Por la TÜV?

R. En efecto. Cada vehículo que circula por las carreteras alemanas necesita un certificado oficial emitido por la TÜV. Esto significa, por ejemplo, que el sistema de iluminación debe cumplir con las regulaciones vigentes, y que la carrocería del vehículo no puede tener componentes afilados. Y todas las piezas utilizadas para camuflar el coche deben estar sujetas de una forma segura.

P. ¿Cuáles son los requerimientos de los ingenieros de cara a su trabajo?

R. Déjeme darle algunos ejemplos. Los ingenieros de motores insisten en que la circulación del aire de refrigeración refleje exactamente lo que sucederá en el vehículo de producción. Los de carrocería quieren poder abrir el capó o las puertas en cualquier momento. Y los técnicos de acústica, así como los responsables de los sistemas de iluminación y los expertos en visibilidad, preferirían que no existiera camuflaje alguno.

P. Esto no le deja mucho margen de operación…

R. Es realmente un auténtico reto. En cierto modo, reconstruimos partes de la carrocería. Las piezas de plástico que utilizamos para disimular los contornos de la carrocería con el objetivo de engañar a los “espías” están realizadas con herramientas especiales. Y luego vienen los estampados o los diferentes motivos que utilizamos en los coches para hacerlos lo más irreconocibles que sea posible.

P. ¿Qué coches son los más difíciles de camuflar?

R. Sin lugar a dudas, los Station Wagon y los SUV. Sus carrocerías ofrecen unas posibilidades muy limitadas. Al contrario, en un vehículo con carrocería de tres volúmenes, por ejemplo, un spoiler trasero bien colocado puede dar una impresión completamente falsa a la de su apariencia real.