Me sé yo de un caso parecido un día volviendo de la nave donde hacemos los chollos.

Bajábamos yo en el Astra, mi colega en el Golf 2 y otro chico en su flamante Serie 3 Coupe que se pasó por allí a mirar un ruidito. Oye, cayeron 4 gotas, nos quiso seguir y acabó con una culeada de un millón de pesetas en chapa. No es oro todo lo que reluce...

Saludetes.