Comportamiento
Su bastidor cuenta con unas suspensiones más enérgicas que el resto de la gama. Su comportamiento no es demasiado eficaz y preciso. Echamos en falta algo más de equilibrio. En cuanto realizamos un apoyo se transfiere mucho peso de forma brusca y rápida del tren delantero al trasero –la rueda interior delantera se levanta y transfiere mucha masa a la exterior trasera-, de esta forma se genera un efecto direccional en el tren trasero en cuanto realizamos un apoyo.
En curva, es un coche muy subvirador a la entrada y más a la salida cuando le damos gas para salir de la misma. Siempre nos daba la sensación que por mucho que giráramos, el tren delantero siempre se encontraba con bastantes limitaciones.
Sus suspensiones no son demasiado secas y se pueden soportar, pero para los que prefieran un coche puramente familiar es mejor pensar en otro tipo de versiones.
La carrocería genera ciertos movimientos y balanceos bastantes desconcertantes. El control de estabilidad es de serie y no se puede desconectar. No actúa de una forma demasiado brusca, pero si que lo percibimos claramente cuando asiste. El control de tracción actúa de forma intermitente, permitiendo mejores registros cuando solicitámos rápidas aceleraciones. El Meriva OPC es un coche que se puede descolocar con bastante facilidad, aunque siempre está vigilado por el control de estabilidad, que es más tolerante con el subviraje que con el sobreviraje. Los frenos son suficientemente potentes y aguantan correctamente cuando realizamos un uso intensivo. En frenadas de emergencia en recto la zaga generaba ciertos zigzagueos que no presentaban problemas de estabilidad, pero que los debemos tener presentes.
Dirección y cambio
La dirección es correcta en cuanto a su funcionamiento y el tacto es agradable, aunque no transmite demasiado. El tacto de los pedales transmite buenas sensaciones. El freno es demasiado esponjoso –para ser un coche de cualidades deportivas- y tiene un recorrido demasiado largo, aunque la fuerza se puede dosificar correctamente.
El cambio es firme –que no duro-, tiene un tacto muy agradable, se puede manejar con rapidez y transmite calidad, es una auténtica delicia. Quizás la palanca podía ser algo más alta y los recorridos algo más cortos, pero por lo demás es perfecto.
Equipamiento
Dentro de su equipamiento de serie cabe destacar los asientos recaro, los acabados en cuero en el volante, pomo del cambio y en los asientos, climatizador, retrovisores eléctricos, control de estabilidad, equipo de radio con CD, airbag frontales y laterales delanteros. Opcionalmente se puede incorporar airbag de cortina, el Sistema de Iluminación Adaptativa (AFL) con faros halógenos, el control de crucero, faros de xenón, sensor de aparcamiento, navegador, lector con MP3 y la pintura metalizada entre lo mas destacable.
En definita, el Meriva OPC tiene unas cuantas virtudes de peso que pueden atraer a quienes valore tener un coche con caracter deportivo, versatilidad, habitablidad y sobre todo exclusividad, ya que no encontramos un rival con las características y el caracter deportivo del pequeño familiar de Opel.

Tiene una estética bastante atractiva, es un producto muy exclusivo, es amplio, muy versátil y su cambio es preciso y de tacto agradable.

Su comportamiento no es muy eficaz y sus consumos son algo elevados