De poder a poder

El tamaño sí importa
Fruto de este acierto lo tienen sus respectivos aspectos basados en transmitir una imagen moderna, atractiva y juvenil en una decidida apuesta por la estética con carrocerías de tres puertas y atractivos acabados, Sport en el caso del modelo de Opel y XS Pack en el 207.
Ambos también han crecido en centímetros situándose en el umbral de los cuatro metros o incluso llegando a superarlo, caso del 207. Ello les ha permitido una mejora en espacio interior y en capacidad del maletero.
Como suele ser normal en las versiones de tres puertas, éstas son bastantes largas y pesadas, lo que dificulta la tarea de entrada y salida del vehículo cuando aparcamos en batería. Este aspecto se acentúa en mayor medida en el 207 dada la longitud de la puerta –1,39 metros- y el peso de la misma. A cambio una vez abierta del todo cuenta con un acceso más amplio que el de su oponente.
Al pasar atrás ambos son igual de estrechos para acomodar a tres adultos, aunque el 207 se impone en espacio para las piernas con un incremento de cinco centímetros, el Corsa le devuelve esa misma moneda en la cota de altura para la cabeza.

El Corsa, más capaz
A la hora de centrarse en espacio para el equipaje, el Corsa impone su ley dada su mayor capacidad y una mejor forma de organizar el espacio de carga. De hecho cuenta con un doble fondo para poder compartimentar mejor el espacio disponible. Además podemos modificar la inclinación en el respaldo para ganar unos litros de capacidad o un mayor confort para los ocupantes.
Los puestos de conducción en los dos se encuentran muy bien resueltos y encontrar la posición más cómoda no cuesta mayor problema, ya que se pueden regular en altura y profundidad. En este aspecto tanto Opel como Peugeot han puesto toda la carne en el asador realizando unos asientos muy ergonómicos que contribuyen a sujetar con eficacia al conductor.

Eficaces en carretera
El aumento de dimensiones ha llegado también a los bastidores, cuyas distancias entre ejes se han visto incrementadas hasta alcanzar 2,51 metros en el Corsa y 2,54 metros en el 207. Dicho aumento ha contribuido a asegurar un mayor aplomo en unos modelos que se encuentran entre lo mejor y más granado del mercado en cuanto a la relación estabilidad-confort y velocidad de paso por curva. Para lograr esa eficacia, contamos en el modelo de Opel con el acabado Sport, que incorpora una barra estabilizadora de mayor diámetro, un eje trasero de mayor grosor y una altura al suelo rebajada respecto al resto de versiones –18 milímetros delante y 15 mm detrás -. Además la dirección cuenta ahora con una respuesta variable progresiva en curva con tan sólo 2,3 vueltas de volante. Ésta mueve las ruedas en función de lo que crezca el ángulo de giro.

Cuestión de neumáticos
Sobre la carretera nos ha parecido toda una delicia, ya que se muestra tan ágil como progresiva en su funcionamiento otorgando una respuesta rápida y directa. La suspensión colabora a afianzar su comportamiento, pues permite realizar pasos por curva a ritmos elevados sin pérdidas de eficacia. Sin embargo, la monta de neumáticos en nuestra unidad de pruebas de 215/45 R17 en lugar de los que traía de serie –195/55 R16- resta velocidad otorgando una ventaja prestacional a su oponente y aumentando el consumo. Además resta confort en marcha a los ocupantes, ya que contribuye a aumentar la rigidez de la suspensión.
Otro punto a tener en cuenta es que el ESP se sirve como parte del equipamiento opcional al igual que en el 207, aunque es un elemento muy recomendable y resulta menos intrusivo y frecuente en su activación que el de su rival a la hora de buscarle sus límites en las zonas reviradas.
Por su parte, el 207 mantiene en su esquema de suspensión las columnas McPherson en el tren delantero, aunque ahora incorporan nuevos triángulos que contribuyen a aumentar su rigidez. Mientras en el trasero, añade un eje torsional de nuevo diseño y más rígido para mejorar su estabilidad. Al igual que su oponente la dirección cuenta con mecanismo de asistencia eléctrico, que disminuye el grado de asistencia a medida que aumentamos la velocidad del vehículo. Sin embargo y al igual que le ocurre al Corsa hay que saber adaptarse a ella, ya que a ritmos elevados requiere decisión en los movimientos de volante.
En el paso por curva el comportamiento es bien parecido al de su rival, pues entra de forma ágil con un balanceo muy contenido de la carrocería ofreciendo una notable eficacia en todo momento.
Los frenos muestran un buen comportamiento en ambos destacando por su eficacia, mordiente y resistencia al uso más intensivo.
En materia mecánica, ambos recurren a mecánicas diesel de inyección directa con turbo de geometría variable e intercooler, clavando sus potencias en 90 caballos. No obstante, resultan muy diferentes en la entrega de potencia y capacidad de respuesta.

El 207, más prestacional
El 1.3 CTDi del Corsa - de origen Fiat- se muestra perezoso por debajo de 2.000 vueltas. A pesar de ello, su mejor cara la presenta en la zona media del cuentarrevoluciones. Esto obliga a llevarlo alegre de vueltas para obtener su mejor rendimiento, algo que dificulta unos desarrollos del cambio demasiado abiertos, sobre todo en segunda y sexta velocidad. A cambio ofrece una menor sonoridad que su rival.
Por su parte, el 207 es una variante del 1.6 de 110 caballos, que en esta ocasión otorga 20 caballos menos. Este mecánica, fruto de la alianza entre Fiat y el Grupo PSA, se muestra muy progresiva desde bajo régimen, aunque carente de empuje a media carga, ya que por encima de las 3.500 vueltas hay poco donde rascar y no conviene insistir. Sin embargo, se muestra más prestacional que el de su oponente dado el menor peso del vehículo –situado en 58 kilos- y unos adecuados desarrollos del cambio, que facilitan enormemente la tarea a la hora de desenvolverse en términos prestacionales. Ello repercute en unos consumos más contenidos para el 207, que estableció a lo largo de todo nuestro recorrido una media de 6,1 litros /100 km frente a los 6,5 litros/100 km del Corsa.
En cuestiones de precio se muestran muy cercanos en su coste de partida con 560 euros a favor del Corsa, que monta un equipamiento muy similar al del 207.
La valoración final de estos rivales queda muy igualada como hemos podido diseccionar en cada una de los apartados, pues ambos son atractivos, bien acabados y prácticos. Aunque puestos a escoger nos decantamos por el 207 pues ofrece una mayor calidad de rodadura, una mejor respuesta del motor y un consumo ligeramente inferior. Todo ello a costa de sacrificar un precio y una capacidad de carga ligeramente inferiores a los valores indicados por su rival.