Fuente: http://www.km77.com/marcas/opel/2005...i120-p/t01.asp

Sólo hay otros dos monovolúmenes de siete plazas con motor Diesel semejantes a este Zafira en tamaño y potencia: el Renault Grand Scénic y el Toyota Corolla Verso. El Volkswagen Touran puede tener siete plazas, pero no un motor de esta potencia (bien 105 CV, o bien 140).
Con relación al Grand Scénic y al Corolla Verso, el Zafira tiene dos plazas traseras suplementarias más amplias y que pueden ser más accesibles, siempre que se desplace todo el asiento central hacia delante. En los tres casos, esas plazas traseras son poco recomendables para adultos en viajes largos, y muy inadecuadas para personas que tengan poca movilidad.
Como vehículo de cinco plazas, el mejor de estos tres por espacio es el Corolla Verso; no obstante, los asientos del Zafira son cómodos y el espacio disponible permite que personas que no sean muy altas puedan ir cómodamente.
El maletero del Zafira es el más amplio de los tres, con gran diferencia. Es también muy versátil, por su forma y por los accesorios que tiene de serie y puede tener opcionalmente. De estos tres, es el que queda con más espacio si se usan las siete plazas.
Las diferencias de precio no son grandes, a igualdad de equipamiento. El Zafira es algo más costoso que el Grand Scénic, pero tiene control de estabilidad de serie en todas las versiones (también lo tiene el Corolla Verso).
El Zafira tiene de serie algunos detalles que puden ser interesantes, como una pantalla central amplia y un ordenador de viaje doble que puede dar mucha información.
Si el hecho de que tenga siete plazas no es indispensable, hay otros monovolúmenes en el mercado menos costosos y con mejor relación entre tamaño y espacio (por ejemplo, un Opel Meriva). Lo que no es tan fácil de encontrar es un monovolumen que, como este Zafira, sea cómodo en carretera y tenga unas prestaciones suficientes para ir cargado con una cierta reserva de aceleración.
Este Zafira no tiene la agilidad y el tacto de un Ford Focus C-Max y sus reacciones están lejos de las de un turismo (por ejemplo, un Astra familiar) o de monovolúmenes más ligeros (el SEAT Altea o el Volkswagen Golf Plus). Sin embargo, con el control de estabilidad de serie, su nivel de seguridad activa es muy alto; tanto, que el control de estabilidad normalmente no funciona, aunque se circule rápido.
La calidad de acabado del Zafira es adecuada a su precio. La versión menos que cuesta menos (Enjoy) no tiene unos materiales de recubrimiento vistosos, pero tampoco problemas de ajustes o mandos que cueste manejar o tengan mal tacto.
El Zafira puede tener un equipamiento amplio, que es opcional en la versión menos costosa. Entre esos elementos que puede tener están el automatismo para las cerraduras, la conexión de luces, de limpiaparabrisas y el oscurecimiento del retrovisor interior, ayuda al aparcamiento delante y detrás y el sistema de iluminación en curva.
También opcionalmente puede tener unos amortiguadores de dureza variable (CDC) integrados en un conjunto de modificaciones del bastidor (IDS Plus) que, necesariamente, implica adquirir también una suspensión de muelles más duros (Pack Sport Chasis). No me parece que sea recomendable para este coche, que va bien y es cómodo con la suspensión de serie.
El puesto de conducción tiene todas las características comunes en los monovolúmenes de este tamaño: el asiento está alto con relación al suelo y a los pedales, la visibilidad está limitada por el marco del parabrisas (sobre todo en cruces y curvas cerradas a izquierda) y la perspectiva es distinta debido a la altura del asiento. A diferencia de la mayoría de los monovolúmenes, el volante no está más inclinado que en un turismo normal.
Como monovolumen, el puesto de conducción del Zafira me parece satisfactorio. El asiento sujeta suficientemente el cuerpo y no es blando, aunque quien circule a menudo por carreteras lentas posiblemente echará de menos una sujeción mayor en la zona dorsal. Algunas versiones pueden tener ajuste de la inclinacióndel asiento (no la que hemos probado).
Todo lo que se tiene que manejar normalmente al conducir esta cerca. La palanca de cambios está muy bien colocada, los mandos del volante me parece muy útiles y bien resueltos funcionalmente. Como con esos mandos se puede manejar el equipo de sonido, me parece que en la parte más accesible del salpicadero estaría mejor los del sistema de ventilación. Puede tener cerraduras automáticas y arranque con un botón «Open&Start».
Como ocurre en otros Opel, la semejanza entre los botones hace que, si se manejan sin mirarlos y sin tener mucha costumbre de hacerlo, se use equivocadamente el mando de distribución de aire en lugar del de volumen (por ejemplo).
En la instrumentación principal falta el termómetro de agua; tiene el velocímetro, el cuentavueltas y el nivel de combustible. Hay una pantalla adicional en la parte alta del salpicadero, donde se muestra la información de otros sistemas del coche, como el ordenador de viaje (con dos contadores independientes), el equipo de de sonido, o el sistema de ventilación.
Esta pantalla se ve bien en toda circunstancia, salvo cuando se encienden las luces y la luz ambiente no es escasa. Esto ocurre si se tiene seleccionado el cambio automático de intensidad de la pantalla; si no es así, se puede elegir manualmente la intensidad de su iluminación.
La visibilidad es la normal en un monovolumen, con dos inconvenientes particulares. Uno es que los reposacabezas traseros impiden ven a través del tercer cristas lateral, lo que limita la visibilidad —por ejemplo— al salir de un cruce en ángulo recto. El otro es que los retrovisores no son tan grandes como en otros coches de este tipo; el izquierdo tiene su extremo exterior panorámico, para limitar el ángulo muerto en ese lado.
El freno de mano no es de palanca sino de asa. Es algo más incómodo de agarrar, pero la diferencia no es relevante porque no hay que hacer mucha fuerza. A cambio, deja espacio para un hueco central muy práctico; sería más práctico si tuviera tapa (para no dejar nada a la vista) y aún más si estuviera refrigerado. La mayor parte de los huecos para llevar cosas pequeñas o vaciarse los bolsillos están entre los dos asientos delanteros. En el salpicadero no hay ninguno, lo que no quepa entre los asientos o en la guantera hay que llevarlo en las bolsas rígidas del las puertas o —si lo tiene— en el cajón bajo el asiento del pasajero.
Puede llevar dos sistemas para vigilar la presión de los neumáticos. Uno es un sistema de detección de pérdida de presión, integrado en el control de estabilidad, que avisa si la presión de una rueda es menor que la de las otras. El otro tiene un manómetro en cada ruedas e indica la presión que tienen las cuatro ruedas (más información).