Prestaciones en principio no pierdes, pero sí que creas fuerzas para las que no está preparado el bastidor de serie.

Lo primero es que al aumentar la distancia a los puntos de apoyo en el chásis aumenta la tendencia de la dirección al autocentraje o al autodescentraje, cosa que puede dar algún susto si no tenemos el volante bien agarrado.

En teoría aumentamos la estabilidad del coche, pero también lo hacemos más nervioso. Pierde la capacidad de acercarse al límite con seguridad. Es lo de siempre, cuanto más te puedas acercar al límite, más peligrosas son las reacciones repentinas, menos progresivas

Aparte, aumenta los esfuerzos sobre los rodamientos de los bujes y sobre los elementos de giro: rótulas y demás, por lo que lógicamente van a cascar antes.

Eso sí, el coche queda más bonito. Algo bueno tenían que tener

Saludetes.