Fuente: http://www.puestaapunto.com/?modulo=pruebas&id=132
Dinamismo contra homogeneidad 20-02-06
20 de Febrero de 2006– En esta prueba hemos decidido reunir lo que a priori puede parecer dos berlinas absolutamente diferentes, pero que les hemos unido para ver lo que realmente les separa o les une. Por un lado el Serie 3 con el motor 2.0d de 163 cv que tan buen rendimiento da y por otro lado, el Opel Vectra que ha recibido recientemente un lavado de cara, asociado a un motor de origen Fiat 1.9 CDTi de 150 cv. Vamos a ello.
Si comenzamos por el más “novedoso” nos encontramos con el Vectra, que recientemente ha recibido un restyling que afecta al frontal (paragolpes, parilla y ópticas), y que ahora tiene un aspecto algo más agresivo. No llega a tener la esbelta y dinámica línea del Serie 3, pero como hemos comentado anteriormente, son dos berlinas diseñadas para diferentes conductores.
INTERIORES
El interior del Vectra se ha revisado para que ofrezca una mayor sensación de calidad y lujo, y desde luego se ha conseguido, su calidad aparente esta muy conseguida. La principal diferencia la encontramos en la parte superior del salpicadero, diseñada con una forma más redondeada y con unos materiales de mayor calidad. Su interior cuenta con un buen nivel de habitabilidad delantera y un poco menos en la trasera. El tacto de todos los mandos es correcto, la consola central es de generosas dimensiones, lo que hace que a veces nuestra pierna derecha toque en ella, pero sin ser molesto, la botonería tiene un aspecto ordenado, aunque no es muy intuitiva a la hora de manejar.
En el BMW se percibe claramente la reducción de los costes de fabricación, con un claro descenso en la calidad percibida respecto a la generación anterior, algo que además hace que se acerque peligrosamente a una berlina generalista de ultima generación que permanecer como lo que era, una referencia en el segmento premium.
El diseño del salpicadero también ha sufrido una transformación. Ahora recurre a un diseño muy similar al del Serie 1, aunque con una calidad de materiales superior. De todos modos, nos gustan más los acabados y los materiales que utilizaba la anterior Serie 3. Por ejemplo, en el nuevo Serie 3 los plásticos superiores del salpicadero son excelentes, pero cuando comienzas a bajar hacia la zona de los pies, aparecen unos materiales que no nos acaban de convencer tanto por su tacto y presencia como por su acabado.
Otro detalle que nos ha llamado la atención, y que ya esperábamos, es el cambio de los relojes de la instrumentación. Tal y como ocurrió con el Z4, Serie 5 y Serie 1, el indicador de temperatura de agua desaparece. Estamos de acuerdo que un coche moderno no tiene porqué calentarse como un Seat 600, pero se calientan tambien y un indicador de la temperatura del agua nos dice también como va el motor y diseñar una instrumentación minimalista tiene sus desventajas, ya que hay ciertos datos del motor que no puedes controlar. Lo que no se ha abandonado es el económetro. Este dispositivo, que muchos colegas califican cómo inútil, es de gran utilidad para conseguir medias de consumo bajas al circular por autopista o autovía.
Si hablamos de practicidad, el Vectra se impone gracias a su portón trasero con una generosa boca de carga y con un maletero de 500 litros. La carrocería de cuatro puertas del Serie 3 no es tan amplio pero presenta un maletero de 460 litros.
MECÁNICAS
Mecánicamente el BMW lógicamente es superior al Opel, aunque este último tampoco tiene demasiado que envidiar a la mecánica alemana. El 1.9 CDTi deriva directamente del utilizado por el grupo Fiat y mueve con soltura al Vectra, porque potencia y par le sobran para hacerlo, aunque nos gustaría que no fuera tan perezoso a bajas revoluciones, lo que resulta ciertamente incomodo en su uso por ciudad. Destaca por su entrega en la zona alta del cuentavueltas (hasta las 4.500 rpm) conseguimos una buena respuesta, incluso hasta el corte (5.000 rpm), algo difícil de encontrar en un diesel.
En el BMW se nota la potencia y la elasticidad pero le penaliza de la misma manera el ser un poco perezoso a bajas vueltas, lo que desmerece un poco su utilización diaria. Por lo demás al igual que en el Vectra mantiene buenas dosis de suavidad. Lo que menos nos ha gustado son las vibraciones que emite al cambio, embrague, dirección e incluso al salpicadero, un detalle imperdonable.
En cuanto al confort acústico en el bmw el sonido al ralenti nos muestra claramente que estamos ante un diesel, aunque cuando aumentamos revoluciones el ruido es mas apagado. En marcha solo se percibe el ruido aerodinámico. En el vectra el sonido al ralenti cuenta con mas vibraciones "perceptibles", el sonido del motor a altas rpm es mas evidente que en el bmw, a causa del peor aislamiento. Por otra parte los retrovisores del vectra provocan sonidos aerodinámicos molestos.
En cuanto a los consumos, ambos modelos tienen un consumo bastante ajustado, aunque el BMW es el vencedor. La berlina alemana consigue unos consumos en carretera que se sitúan entre 6 y 8 litros dependiendo del tipo de conducción que realicemos. El Vectra gasta algo más, pero sin encontrarnos con grandes diferencias.