Un poco siguiendo lo ya hecho en otros años, abro hilo para que todo asistente tenga donde dejar sus fotos, comentarios e impresiones una vez finalizado el evento.

Antes de nada, agradecer a Manuel e Irene, y en general, a todos aquellos que de un modo u otro se han visto implicados en la organización del evento, su paciencia y su voluntad, para coordinar de un modo más que satisfactorio el que hayamos pasado unos días tan amenos.

Por mi parte, no tengo fotos, solo un par que subiré en breves (un homenaje al Kami-car), y poco más, dado que me he centrado en DISFRUTAR (con mayúsculas) del puente, de la gente, y de los coches.

CRÓNICA:

Sin más dilación, el comando catalán-Barcelonés, vino en dos fascículos. La primera expedición, conformada por Carlos (gsi_4ever "el malo"), Carlos (Corsita), Mire, y servidor. Arrancamos el miércoles a las 7 de la mañana sin tener muy claro si haríamos noche antes de llegar y hacer el viaje en dos partes o si tirar directamente. De Terrassa a Valencia, la cosa fué breve, y de ahí a Ciudad Real, poco más o menos igual. Cuando nos dimos cuenta, eran las 14:00 y estábamos a unos razonables 350 km, por lo que la opción de hacer noche a medio camino ya quedaba descartada. Paramos a comer previa búsqueda de reseñas en Google, y acabamos sin querer en Casa Pepe, lugar vamos a decir "pintoresco" cuanto menos, una anécdota sin más...

Llegamos a Carmona a eso de las 17:30, y desatendiendo totalmente a la petición Manuel (Flama) de "Párate en lo alto del puente, que llegamos enseguida, estamos al lado" (Manu, cómo quieres que me pare en mitad del puente, que ni siquiera tiene arcén? xDDDD), paro abajo. Aparecen K_v6 y Manu, este último echando un poco freno de mano por aquello de adornar la parada, que casi me hace un lateral del Bertone, por un momento aprieto el culo pero finalmente hay distancia. La madre que te trajo Manuel, suerte que habías lavado el coche... XD

Buscamos alojamiento en Carmona (que por cierto, deben tener complejo de París, nadie les dijo que el asfalto va mil veces mejor que los adoquines? ) y nos metemos los 4 en una habitación familiar, para gozar de los ronquidos de V8 del malo.

El jueves arrancamos para "la explanada sólo Opel", donde nos reencontramos para ir a desayunar con los lugareños. Se empieza a montar el chiringuito, aparcamos y entre charlas transcurre la mañana mientras llegan coches. Algunos más tranquilos, otros con más espíritu racing. Transcurre la mañana, me gustó bastante la idea del swap de Vectroso, un Vectra B Z20LET, que es bastante poco habitual por aquí, y le quedó un coche bien resultón. Comida entre risas y demás gente, y vuelta a la tarde a la explanada, para la grabación del video. Tras la entrega de premios, del que me llevé el galardón al coche más lejano, se va despejando el lugar, pero quedamos allí un rato, y la cosa dió para bastante. Apareció el "Astra AK-47" que con sus cortes de inyección y llamaradas por el escape, encendió la llama de los asistentes, y los turbos empezaron a soplar. Huelga decir cómo acaba la película... Estuvo francamente divertido. La noche nos llevó a las presentaciones, y las presentaciones a los "digestivos"...

El Viernes fué el día de subir a la palestra a las máquinas, a someterlas al juicio del banco de rodillos. En general casi todos estuvieron a la altura, algunos más que otros, aunque con la sospecha de que ese banco entregaba algún que otro caballo de más... En mi caso estoy prácticamente convencido, documentaré en el correspondiente hilo. Particularmente divertido ver a los "leteros" roscar varilla sin contemplación, a ver hasta donde subía la cosa, se diría que Luis el huevero debió mecanizar la varilla para tener más rosco... Estuvo entretenido, aunque hubiese agradecido algo más de esmero por parte del taller, que parecía que estaban un poco demasiado a hacer caja rápido. A la tarde, la foto de rigor en Opel Divisa. Y el primer rabo del día, el flamacar que no arranca. Cuentan los presentes (otros habíamos zarpado a aprovisionar para la nocturnidad) que después de probar numerosas combinaciones, conectar el cable de alta de la bobina (tema aparte es cómo estaba funcionando hasta el momento el coche...), y alguna que otra cosa más, parece ser que algún gremlin en la instalación era el culpable... la reparación? Unos golpes y a correr!

El sábado, los Karts. El gran premio. Esta vez, en seco, pues ya nos conocíamos el Karting de allá por el 2010. Hubo de todo, atropellos a participantes, mangas repetidas por cuelgues de pc, pareció más una prueba de resistencia que unas tandas/campeonato como tal. Apareció un tal Fernando, un señor que peinaba canas, con un Kadett 16v, que debieron conocer los locales en algún meeting reciente, y se acabó lo que se daba, a ese hombre no le echaba el guante ni el tato... Vaya supremacía. Y de ahí, a comer, a eso de las 4 de la tarde. Aquí fué cuando se elevó la flamarada al máximo exponente, en lo que a restauración se refiere. Tras avisar que llegabamos tarde y acordar que no habría problema, solo los presentes podrán dar fe de lo acontecido, con exquisiteces como servir en dos tiempos a las mesas (primero comen los de un extremo, y luego los del otro, cuando acaben... jamás vi nada parecido), aceitunas que te convertían la lengua en corcho, servir platos (de 2 en dos, no sea que se nos caiga alguno) pero no cubiertos, y el caso es que la comida estaba buena, pero el servicio fué de juzgado de guardia. Bueno, lo que decimos siempre, el año que viene, nos reiremos de esto. Parte de los asistentes pasó el día de excursión por Sevilla, y los otros, quemamos el día en el Karting. Después, ruta de vuelta, donde algunos elegimos el camino rápido de autovía, y otros se lanzaron a centrifugar la comida (o debería decir merienda?) por una revirada carretera. A la noche, los videos añejos de Opel y la voz de Constantino Romero, sirvieron de nana para que una parte de la gente, se retirase a sus aposentos y otros decidiésemos seguir usurpando cubatas gratuitos a familias alojadas en el camping (verídico) y otros al calor de una hoguera que bien podría verse debajo de cualquier puente de Brooklyn rodeada de homeless.

Y el domingo, día de despedidas y regresos a casa. Algunos prosiguieron su periplo turístico por la zona y otros se retiraron. Nosotros volvimos con calma, haciendo alguna parada para comer en Cardeña, a redimirnos del día anterior, y sin mucho más incidente que algún atasco en Requena y un viento de tres pares desde Castellón a Tarragona, llegamos a la 1 de la madrugada...

Como podéis ver, mal no lo hemos pasado no!