Yo me he tirado casi 8 años con los muelles de serie junto a amortiguadores originales puestos en la OPEL (antes llevaba de gas, pero ni me acuerdo como iba, seguro que bastante morrón).
Eso no es que fuera una barcaza, era un peligro en curvas lentas y rotondas. Le apretabas al morro con las manos, y podías botarlo como una pelota todo el rato que quisieras. Así parece que salían de serie, y me acuerdo de la prueba en la revista AUTOMÓVIL, firmada por Arturo de Andrés. Criticaba la combinación de muelles duros junto a amortiguadores muy blandos, costumbre en OPEL.
Hasta que el verano pasado me harté y le metí muelles delanteros KYB RH1157, más finos que los de serie, pero misma altura. Y son OEM. Y me conformé (no me peguéis mucho) con unos amortiguadores Stark SKSA0132003, de gas y bastante firmes, a ver lo que duran. Ahora le puedes apretar el morro todas las veces que quieras, que no rebota ni media.

El caso es que ha mejorado un montón en comodidad, y sobre todo, en lo que uno busca, que el coche meta el hocico en la dirección que le dice el volante. Comprobado en las glorietas que tenemos, con peraltes al revés y asfalto brillante, donde antes tenía que entrar con muchísimo cuidado de no girar el volante más de la cuenta, porque si me pasaba el Kadett tiraba recto.