UZIELGAL
21-11-06, 12:12
Buenas
A raíz de algunos post en los que hablamos de lo que duran los coches de ahora y los de antes se me ocurre comentaros un término de economía que nos afecta cada vez más, especialmente en la industria automovilística.
Se trata de la OBSOLESCENCIA PROGRAMADA
Os pongo un texto cogido de la red que he retocado bastante:
- Obsoleto se le dice a lo que está anticuado y ha caído en desuso.
- Obsolescente es lo que se ha deteriorado y ha perdido su eficacia y se está volviendo obsoleto.
En el caso de la industria del automóvil, la obsolescencia programada, planificada, consiste en fabricar los coches de forma que se deterioren en poco tiempo, que pierdan su eficacia y que se vuelvan obsoletos.
El automóvil están cada vez más intencionadamente diseñados para tener que ser reemplazada cada treinta y seis o cuarenta y ocho meses. Es cierto que los que compran un automóvil "estiran" algo más la vida del mismo que lo que programan sus fabricantes pero el hecho es que un estudio de Ward's Communications fija el promedio global de edad de los seiscientos sesenta y dos millones y medio de vehículos de motor que se hallan circulando por el mundo en la actualidad en 6 años y medio (4 años y 6 meses en Japón, 6 años y 4 meses en Europa y 7 años y un mes en Estados Unidos).
Richard A. Wright señaló ya en el año 1924 que lo que separaba la vieja de la moderna industria del automóvil y a Alfred Sloan como el hombre que forzó el cambio. Alfred Sloan dirigió la General Motors desde 1920 hasta que se retiró en 1955 y fue quien a su retirada la dejó convertida en la primera empresa del mundo, en el gigante dominador de la industria mundial "que no podía equivocarse".
Sloan convirtió a la G.M. como fabricante de una gama de productos compuesta por cinco modelos que iban del más barato al más caro (Chevrolet, Buick, Oldsmobile, Pontiac y Cadillac) para que sus compradores fueran ascendiendo de modelo a medida que a lo largo de su vida iban aumentando sus ingresos. El lema era: "un automóvil para cada bolsillo y cada propósito".
Pues bien, 1924 fue el año en que Alfred Sloan introdujo en la práctica los criterios que durante los 30 ó 40 años siguientes configuraron la producción en masa como modelo de producción para la industria automovilística (y para toda la industria mundial en general, que los copió). Uno de esos criterios, el decisivo, el que tuvo más profundas y continuadas implicaciones para la industria del automóvil, fue el de la obsolescencia programada, el de la obsolescencia planificada, convenientemente disfrazado con el nombre de cambio anual de modelo.
Se trataba de fabricar coches "nuevos" usando piezas de anteriores coches ("hermanos") de la misma G.M. pero que podrían ofertar nuevas características, nuevos rasgos distintivos, para cautivar a los consumidores y persuadirles para que cambiaran de coche.
Una descarnada descripción de cómo ha hecho eso la G.M. nos la brinda un competidor: Ian Iacocca, que ha sido presidente de la Ford Motor Company y luego igualmente presidente (y "salvador") de la Chrysler. En su libro Iacocca. Autobiografía de un triunfador (firmado por él y por William Novak) cuenta que: "sabíamos que la General Motors había tomado el Corvair -un coche económico- convirtiéndolo en el Corvair Monza -que se vendió a millares-, para lo cual recurrió al simple expediente de añadirle algunos accesorios deportivos, como asientos bajos y cóncavos, una corta y recta palanca de cambio y un llamativo acabado interior".
La revolución japonesa de la industria del automóvil, que desde los años sesenta viene imponiendo a todos el abandono del modelo de producción en masa por el nuevo modelo de producción ajustada ("lean production"), ha acelerado aún más la obsolescencia programada: la vida media de los productos es ahora de cuatro años.
A raíz de algunos post en los que hablamos de lo que duran los coches de ahora y los de antes se me ocurre comentaros un término de economía que nos afecta cada vez más, especialmente en la industria automovilística.
Se trata de la OBSOLESCENCIA PROGRAMADA
Os pongo un texto cogido de la red que he retocado bastante:
- Obsoleto se le dice a lo que está anticuado y ha caído en desuso.
- Obsolescente es lo que se ha deteriorado y ha perdido su eficacia y se está volviendo obsoleto.
En el caso de la industria del automóvil, la obsolescencia programada, planificada, consiste en fabricar los coches de forma que se deterioren en poco tiempo, que pierdan su eficacia y que se vuelvan obsoletos.
El automóvil están cada vez más intencionadamente diseñados para tener que ser reemplazada cada treinta y seis o cuarenta y ocho meses. Es cierto que los que compran un automóvil "estiran" algo más la vida del mismo que lo que programan sus fabricantes pero el hecho es que un estudio de Ward's Communications fija el promedio global de edad de los seiscientos sesenta y dos millones y medio de vehículos de motor que se hallan circulando por el mundo en la actualidad en 6 años y medio (4 años y 6 meses en Japón, 6 años y 4 meses en Europa y 7 años y un mes en Estados Unidos).
Richard A. Wright señaló ya en el año 1924 que lo que separaba la vieja de la moderna industria del automóvil y a Alfred Sloan como el hombre que forzó el cambio. Alfred Sloan dirigió la General Motors desde 1920 hasta que se retiró en 1955 y fue quien a su retirada la dejó convertida en la primera empresa del mundo, en el gigante dominador de la industria mundial "que no podía equivocarse".
Sloan convirtió a la G.M. como fabricante de una gama de productos compuesta por cinco modelos que iban del más barato al más caro (Chevrolet, Buick, Oldsmobile, Pontiac y Cadillac) para que sus compradores fueran ascendiendo de modelo a medida que a lo largo de su vida iban aumentando sus ingresos. El lema era: "un automóvil para cada bolsillo y cada propósito".
Pues bien, 1924 fue el año en que Alfred Sloan introdujo en la práctica los criterios que durante los 30 ó 40 años siguientes configuraron la producción en masa como modelo de producción para la industria automovilística (y para toda la industria mundial en general, que los copió). Uno de esos criterios, el decisivo, el que tuvo más profundas y continuadas implicaciones para la industria del automóvil, fue el de la obsolescencia programada, el de la obsolescencia planificada, convenientemente disfrazado con el nombre de cambio anual de modelo.
Se trataba de fabricar coches "nuevos" usando piezas de anteriores coches ("hermanos") de la misma G.M. pero que podrían ofertar nuevas características, nuevos rasgos distintivos, para cautivar a los consumidores y persuadirles para que cambiaran de coche.
Una descarnada descripción de cómo ha hecho eso la G.M. nos la brinda un competidor: Ian Iacocca, que ha sido presidente de la Ford Motor Company y luego igualmente presidente (y "salvador") de la Chrysler. En su libro Iacocca. Autobiografía de un triunfador (firmado por él y por William Novak) cuenta que: "sabíamos que la General Motors había tomado el Corvair -un coche económico- convirtiéndolo en el Corvair Monza -que se vendió a millares-, para lo cual recurrió al simple expediente de añadirle algunos accesorios deportivos, como asientos bajos y cóncavos, una corta y recta palanca de cambio y un llamativo acabado interior".
La revolución japonesa de la industria del automóvil, que desde los años sesenta viene imponiendo a todos el abandono del modelo de producción en masa por el nuevo modelo de producción ajustada ("lean production"), ha acelerado aún más la obsolescencia programada: la vida media de los productos es ahora de cuatro años.